El tipo de comercio que pretende unir los aspectos positivos y los aprendizajes obtenidos del ecommerce a las innovaciones y cambios introducidos por el delivery de última generación, el cual ha introducido la inmediatez en la fórmula de la ecuación.
Según Human Connections Media, en la actualidad se dan dos maneras de desarrollar el quick commerce: activar las tiendas de proximidad o desarrollar dark stores.
Para activar las tiendas de proximidad se tiene que colocar online el inventario de las tiendas más cercanas para posibilitar entregas más rápidas.
En cambio las dark stores o supermercados fantasma son la versión online de una tienda con locales que no se encuentran abiertos al público y que sirven para activar de forma rápida el inventario que los clientes deseen.
Esta tendencia de comercio electrónico rápido (q-commerce) ha ocasionado que los clientes reciban cada vez más comodidad, rapidez y satisfacción en sus solicitudes, por lo cual también ha hecho que los clientes se vuelvan cada vez más exigentes con este tipo de servicios.
Un buen q-commerce debe contar con un proceso logístico integral que cubra el mayor número de posibilidades de entrega e inclusive pueda abarcar relaciones o convenios con comercios ubicados estratégicamente para facilitar la velocidad en las entregas, por ello las alianzas adecuadas serán muy positivas en la eficiencia del servicio. Así como contar con una amplia flota de transporte y personal a cargo de cumplir con dichas entregas oportunamente.
Aunque el concepto de quick commerce pueda parecer muy ambicioso, la realidad es que es posible alcanzar esta velocidad en las entregas, sobre todo en grandes ciudades. Para conseguirlo, estas empresas tienen hubs logísticos en puntos estratégicos de la ciudad -llamados también DMARTS (delivery-only local warehouses) o dark stores-, lo que hace posible ofrecer este servicio a distintos barrios. Por ejemplo, en estos mismos momentos, Glovo ya está adquiriendo locales para transformarlos en dark stores en distintos países europeos.
Por lo tanto, se está cambiando la visión de tener almacenes fuera de las ciudades, para colocarlos en lugares clave a los que se puede llegar más rápido y a los que se puede acceder más fácilmente. De esta forma, se puede ofrecer un servicio más raṕido hasta poder cambiar el paradigma del sector. Aunque todavía no sea aplicable a todos los productos, sí que puede abarcar una gran cantidad de productos o servicios para recibir en casa nuestro pedido con tiempos de entregas ultrarápidos.
Otra estrategia que están aplicando las empresas de quick commerce es en la que establecen una relación de partnering con algunos comercios locales. De esta forma, es posible tener un amplio abanico de productos siempre a mano y realizar entregas muy rápidas gracias a esta colaboración en la que todas las partes salen beneficiadas.
La tecnología y las nuevas formas de delivery, como, por ejemplo, drones o robots que entregan el pedido, también tienen mucho que decir en el quick commerce. La compañía Foodora es un gran ejemplo de ello, utilizando un pequeño robot autónomo capaz de realizar entregas muy rápidas, simplemente ver para creer. Esto no solo tiene implicaciones positivas desde el punto de vista del desarrollo tecnológico, sino que también va en una buena dirección en cuanto a sostenibilidad (sustituyendo motos, scooters, apostando por el km 0, etc.).
Como hemos ido viendo, es evidente que el quick-commerce es particularmente aplicable a un tipo de producto en concreto, productos de primera necesidad en los que se puede generar la urgencia de tenerlo en tan poco tiempo.
Por lo tanto, resulta evidente que los negocios que pueden aplicarlo son los supermercados, comida, retail y lo que encontramos en estas tiendas: comida, bebida, cosmética, algo de ropa esencial-básica, algún regalo, etc. También, con el auge del teletrabajo postpandemia, las personas podrían necesitar material de oficina o algo que les facilite el día a día en su oficina desde casa.
De hecho, muchos q-commerce están especializados en entregar comida, pero la tendencia hacia la que vamos es que muchos más sectores podrán explorar este tipo de comercio rápido, y pronto se podrá tener todo entregado en un tiempo muy muy breve.
Teniendo en cuenta el potencial de entregar cualquier cosa y que es posible abarcar productos más especiales, el quick commerce democratiza el acceso a todo tipo de negocios para hacer llegar sus productos a los clientes. Tanto tiendas de proximidad como negocios locales pueden tener la posibilidad de hacerse un hueco en un mercado hipercompetido y saturado.
En definitiva, podríamos afirmar que la comodidad y el ahorro de tiempo son dos activos muy valiosos y que apreciamos muchísimo en los tiempos en los que vivimos, y estos son precisamente los aspectos que caracterizan el q-commerce. Por lo tanto, todo apunta a que este tipo de comercio es el hacia el que vamos, no solo en sector de la alimentación, sino que también en cualquier otro.
¿Qué te parece esta tendencia? ¿Crees que va a significar un gran cambio en nuestro modo de consumir?